
Ella.
No siempre la razón de hacer ruta es llegar a algún lugar; también hay viajes dónde el destino es poderte encontrar con una persona muy especial, y ésto lo aprendí en éste viaje.
Ella, se ha convertido en alguien muy especial para mi durante estos años.
Ella, me enseñó a ver mundo de otra perspectiva, que viajar no es solo ir de un lugar a otro, disfrutar de paisajes y ciudades, si no que también me enseñó que una buena compañía puede hacer mágico cualquier lugar.
Ella, me permito ver y comprender la vida de una manera diferente, me llevó a hacer cosas que antes ni me había imaginado, a conocer y vencer mis más grandes miedos, tanto en la ruta como en vida diaria. Desde la primera vez que hablamos existió una fuerte conexión, a pesar de nunca habernos visto antes , parecía que nos conociéramos de toda la vida.
Ella hacía que cada momento simple fuera mágico, desde un tierno beso bajo la lluvia pasando por contemplar un atardecer desde una terraza hasta quedarnos en silencio bajo la luz de las estrellas, cada frase, cada instante se quedará por mucho tiempo grabado en mi mente.
Ella, fue la razón por la que me aventuré a viajar a la capital, una ruta que veía compleja y me daba un poco de miedo hacerla y Ella fue la que impulso a hacerlo.
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