
El Adios
Todo en esta vida cumple un ciclo, las personas van y vienen. Al igual que las cosas materiales y mis aventuras con Aleja estaban por llegar a su fin.
Después de los últimos acontecimientos mantener a mi moto se me estaba dificultando, dos daños muy seguidos, sus mantenimientos y los pinchazos de la ultima rodada, me llevaron a tomar la difícil decisión de vender mi moto.
Una de las razones para venderla además de lo que había invertido en reparaciones, era el mismo desgaste de la moto y que próximamente debía comprar llantas, kit de arrastre, un nuevo mantenimiento general y la compra del seguro obligatorio para accidentes de tránsito y una revisión técnico mecánica que se deben hacer a las motos en mi país después de dos años de comprada.
Todo esto sumaba un gasto un poco elevado, mientras que si vendía la moto la podía usar el dinero como pago inicial para otra nueva y como ventaja que solo a esta le debía comprar el seguro obligatorio nada mas, otro pro fue el de aumentar de cilindrada aprovechando el lanzamiento de la Discover 150 la decisión fue más fácil.
La moto se vendió sin seguro y sin revisión dejándole esto al nuevo dueño y vendiéndola a un precio llamativo para él pero que no me afectara mucho mi bolsillo para mi nueva adquisición. Aleja se fue con un poco más de 26.000 km y cuándo veo en la calle una Discover de color azul la miro desesperadamente esperando que sea mi Aleja
Descubre más desde Relatos Sobre 2 Ruedas
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

