
Destino: Santo Domingo
Martina estaba cerca a cumplir sus primeros Mil kilómetros; ya era hora de su primer viaje por las carreteras mi tierra, el destino Santo Domingo Antioquia.
Días antes en la reunión del club, uno de mis amigos planteó la idea de hacer una pequeña salida a una finca de su familia en Santo Domingo y pasar el fin de semana allí, además del paisaje y el ambiente campestre podíamos disfrutar de un refrescante baño en un río cercano e integrarnos mas como amigos y dejar las motos en un segundo plano.
Santo Domingo, es un un municipio del departamento de Antioquia ubicado al nordeste antioqueño a unos 70 km de Medellín, con un clima templado, hermosos paisajes y con algunos tramos de carretera sin pavimentar, se convirtió en el primer destino de los muchos que recorrería a bordo de Martina.
Se llegó el día de la rodada y salimos por la autopista norte donde pude por primera vez alcanzar los 100 km/h, la suavidad y la sensación de manejo me dieron a entender que con esta moto serian muchas las aventuras y caminos por recorrer.
Después de pasar por Barbosa, tomamos un pequeño desvío a la derecha y empezamos a subir por una carretera angosta y llena de curvas un poco cerradas y que dificultaba un poco tomarlas porque mi nueva moto era un poco mas larga que la anterior y las llantas un poco mas anchas lo que permitía inclinarme mas, pero al no estar acostumbrado se me dificultaba un poco.
Unos kilómetros mas adelante uno de nuestros compañeros de rodada, se abrió mucho al tomar una curva y con tan mala suerte que bajaba un camión repartidor de gas y lo alcanza a impactar por un costado terminando en el suelo. Inmediatamente, detuvimos la marcha, aseguramos el área y nos dividimos para prestar primeros auxilios a nuestro compañero, detener el tráfico, pedir una ambulancia y notificar a la familia de nuestro compañero y acompañante. Después de una valoración rápida nuestro compañero sufrió un golpe en el tobillo la moto torció la palanca de cambios y su acompañante raspones leves. A pesar de ser el primer accidente en carretera desde que estamos rodando los muchachos supieron como actuar y atender la situación de la mejor manera. Esperamos al rededor de una hora mientras llegaba la ambulancia para trasladarlo al hospital mas cercano, un grupo de compañeros se fue con él al hospital y otro grupo quedó esperando la grúa que recogería la moto, los demás seguimos en ruta.
Al llegar al parque principal de Santo Domingo nos notificaron que el ya estaba siendo atendido en el hospital y la familia estaba en camino, el grupo que esperaba la grúa nos alcanzó, aprovechamos para comer y comprar los alimentos necesarios para la estadía en el lugar y llegando la noche comenzamos a recorrer el resto de camino para llegar a nuestro destino. El resto del viaje fue en carretera sin pavimentar con muchas rocas y bastante irregular el terreno el cual tenia descensos un poco inclinados y con poca adherencia, la oscuridad de la carretera puso a prueba nuestra pericia. Fueron los 15 kilómetros mas difíciles que he recorrido hasta el momento, los nervios y la preocupación se apoderaron de todos, ya que nadie quería otro accidente y queríamos llegar bien a nuestro destino
Después de pasar el tramo destapado volvimos a pisar pavimento y unos metros adelante estaba nuestro destino, parqueamos nuestras motos, sacamos las fotos de costumbre y avisamos a nuestras familias que llegamos bien, cada uno se ubico en el lugar donde íbamos a dormir y empezamos la fiesta.
El lugar donde nos quedamos es la típica casa campesina con un amplio corredor donde pudimos bailar, comer y disfrutar de unos shots de tequila. Fue una gran noche después de todo y la idea de integrarnos como amigos fue un éxito. A la mañana siguiente después de tomar el desayuno a unos metros de la casa estaba un río con una pequeña cascada, sus aguas refrescantes y medianamente profundas fue el lugar perfecto para pasar la mañana y divertirnos bastante. Se llegó la hora de almorzar rápidamente devoramos nuestros almuerzos y seguimos rodando en busca de mas aventuras. unos kilómetros mas adelante nos encontramos con unas cascadas llamadas el velo de novia, dejamos nuestras motos parqueadas y fuimos directamente al agua y sentir la fuerza del agua caer sobre mis hombros. Llegar allí no fue fácil, las rocas y la diferencia de profundidad en algunos tramos dificultaron llegar hasta allá, pero al final valió todo la pena, el paisaje tanto de cerca como de lejos era hermoso, la sensación de estar allí era inigualables el tiempo y lo demás no importaban.
mas tarde fuimos a unos termales, pero nadie quiso entrar, los contemplamos un rato y de allí pasamos por una especie de central eléctrica en construcción en la vía que da a Alejandría y contemplamos un momento el paisaje a bordo de carretera, finalmente organizamos el regreso a casa. Como ya sabíamos que el regreso era complicado por la trocha que teníamos que enfrentar, salimos antes del anochecer, con la luz del día podíamos ver la trocha la cual pasamos si dificultad a excepción de un ascenso un poco complicado en el que los que llevaban acompañante tuvieron que bajarlos de la moto para que pudieran subir, de ahí en adelante fuimos acompañados por una hermosa luna llena que nos guió de regreso a casa luego de un fin de semana con muchas historias que contar.
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