
Destino: La capital
Con mas miedos que certezas alisté mi moto para el viaje, tenía una razón para viajar y eso era mas que suficiente.
Para no sentirme Solo en el viaje le pedí a mi hermano menor que me acompañara, la ruta a Manizales me permitió tener lazos mas fuerte con él y a la vez darme un poco de confianza.
Partimos demasiado tarde de la hora en la que se suponíamos que íbamos a salir y dejamos todo a nuestra suerte listos para conquistar un nuevo destino.
Los primeros 200 km de viaje fueron bastantes familiares para mi, el ascenso al oriente antioqueño y el camino a puerto triunfo ya eran parte del camino que alguna vez había recorrido. Al pasar el rio Magdalena tuve mi primera duda y paré por combustible a pesar que aun me quedaba mas de medio tanque no quería arriesgarme.
Continuamos entonces por la ruta del sol donde la velocidad es parte del disfrute de la carretera, me sentía un poco mas confiado y mas motivado a seguir rodando; hice el giro para tomar el tramo 1 de la ruta del sol en dirección a Bogotá y los paisajes que se observaban al rededor nos forzó a reducir el ritmo y disfrutar de tan hermoso paisaje que nos rodeaba.
Sin pensarlo habíamos llegado ya a Guaduas en el departamento de Cundinamarca un pueblo famoso por ser cuna de una de las Mujeres mas representativas durante el proceso de independencia del país Policarpa Salavarrieta.
Hasta allí la ruta había sido normal pero en Guaduas la cantidad de tracto-camiones dificulto mucho el paso por este municipio y nos toco seguir de largo la ruta sin conocer un poco de este pueblo tan importante para nuestra historia patria.
La ruta de ahí en adelante estuvo acompañando por muchos camiones, una carretera angosta y sinuosa con las posibilidades de sobre paso casi nulas así que preferí seguir al ritmo de los camiones a pesar de avanzar poco y sin saber que tan lejos estaba de mi destino final.
no sé muy bien cuantas horas o kilómetros estuve al ritmo de los camiones, paré un par de veces en la ruta debido a un poco de lluvia y lo complejo que se ponía cuando los camiones arrojaban agua y hacia que se tambaleara la moto en cada sobre paso que estos me hacían.
Se estaba haciendo ya de noche y la visibilidad se hacia cada vez mas difícil, por fortuna comenzábamos ya una doble calzada a la altura del municipio de Villeta y los «ojo de gato» a lado y lado de la carretera permitió que el ascenso fuera más fácil y me ayudó con la visibilidad de la carretera.

A pesar de lo difícil que se hacía conducir con baja visibilidad llegamos a la Vega, allí paramos a hidratarnos y revisar el mapa donde me dí cuenta que faltaba poco para llegar pero la fatiga visual y el cansancio pudieron mas y con ello decidí pasar la noche en este municipio y continuar la ruta al día siguiente.
Nos madrugamos a continuar la ruta y una vez mas las maravillas del paisaje fueron deleite para nuestros ojos, el clima de montaña también hacia de las suyas y la niebla nos acompañó el resto del trayecto por lo cual la precaución también fue clave para evitar algún incidente en la vía. un poco menos de una hora encontramos el letrero que nos daba la bienvenida a Bogotá y su particular Tráfico, también con nuestro primer despiste y fue incorporarnos en el carril exclusivo de los articulados por lo que fue un buen susto que nos llevamos.
Conduje a través de la ciudad hasta llegar donde mis compañeros de trabajos de esta ciudad, tomamos el desayuno y descansamos un poco de la ruta, seguimos nuestro tour por la ciudad hasta nuestro hospedaje, dejamos la moto en un parqueadero y horas mas tarde me pude ver con Ella. Me sentí feliz de haber logrado este viaje y de poder ver nuevamente a aquella personita tan especial.
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