
Destino: Jericó
Era momento de empezar a sumar kilómetros con Soledad y que mejor manera de iniciar una buena ruta en compañía de mi madre, un circuito corto por el sur oeste antioqueño visitando varios pueblitos en una rodada tranquila; lo que no sabíamos era que esta ruta se convertiría en toda una aventura.
Hace rato quería conocer Jericó uno de los pueblos mas hermosos de Antioquia ubicado sobre la cordillera occidental en la hermosa región del sur oeste antioqueño a un poco mas de 2 horas de Medellín y de paso conocer Pueblo Rico, Tarso, que quedan relativamente cerca y de paso disfrutar de las bondades de la inyección electrónica al cambiar bruscamente de piso térmico.
Salí en dirección a la pintada subiendo el imponente alto de minas donde la moto estuvo a la altura y el cambio de los 1550 m.s.n.m de mi casa a los 2300 m.s.n.m que hay en la cima del alto no se sintieron y el desempeño de la moto fue sorprendente. Ahora vamos a disfrutar de las curvas para bajar a la pintada y de paso familiarizarme con el sistema de frenos en especial el disco trasero y el ABS delantero.
Llegamos a Pintada en un buen tiempo, aprovechamos para desayunar y estirar las piernas, ahora es momento de probar la moto a 600 m.s.n.m donde la respuesta fue aun mas satisfactoria tomamos el nuevo tramo que va de Pintada a Bolombolo que ahora es a doble calzada, mucha recta y una privilegiada vista al cañón del Cauca y los cultivos de naranja que bordean este.
Estábamos ya próximos a llegar a puente iglesias cuando el GPS me daba una indicación errónea y la señalización de la vía aun no estaba muy clara debido a que la vía aun no estaba terminada en su totalidad, me puso a dudar sobre que camino seguir, decidí continuar unos kilómetros mas con la esperanza de encontrar algún letrero que me pusiera de nuevo en la ruta correcta pero lamentablemente no había alguno y las indicaciones del GPS no eran del todo claras.
Para acabar de ajustar no había alguna persona a quien preguntar así que no hubo mas remedio que seguir las indicaciones del GPS lo cual seria mi mayor error. Tomé la ruta sugerida y para mi sorpresa encontré que la ruta me llevaría al municipio de Támesis, un poco confundido seguí avanzando hasta ver un viejo letrero que me decía que Jericó estaba a la derecha; ello me dió un poco mas de confianza así que seguí por ese camino convirtiéndose en mi segundo error de ese día.
La carretera dejo de estar pavimentada luego de unos cuantos kilómetros pero al ser de tierra asentada, no le presté mucha atención y continué sin ninguna preocupación ya que el GPS me marcaba la ruta y que en 8 kilómetros estaría ya en Jericó, cosa que no fue tan sencilla como se veía y que lo peor estaba por comenzar.
Llegamos a un lugar Donde se veía a lo lejos una hermosa casa de típica de campo, sus paredes blancas y su techo rojo hizo de desviáramos un poco la mirada de la carretera y a su vez contemplar su belleza cuando de repente sentimos la moto patinar, habíamos entrado sin querer en un barrizal y la moto se había quedado atascada por lo que mi mamá tuvo que bajarse mientras la sacaba de allí.
Pensé en devolverme pero la verdad ya habíamos avanzado mucho como para dar vuelta atrás y solo faltaban 7 kilómetros así que decidí continuar, ese fue mi tercer error. La carretera era una mezcla de barro y piedras y la moto al ser tan bajita golpeaba mucho contra las piedras y el barro dificultaba darle dirección y mantenerla recta pero con la esperanza de llegar pronto no presté atención y preferí seguir adelante, lo peor es que en todo este tiempo no habíamos encontrado a alguien para preguntar si era o no la ruta correcta.
No lo podía negar, a medida que avanzaba y subíamos mas la montaña podíamos contemplar en todo su esplendor la belleza del cañón del Cauca y de vez en cuando parábamos a contemplar la maravilla del paisaje que por momentos nos hacia olvidar lo difícil de la carretera, pues el bello paisaje era una pequeña motivación para seguir adelante con la esperanza de salir rápido de esta ruta pero lo peor estaba por venir.

A lo lejos se veía una imponente cascada y al lado se veía una especie de puente totalmente pavimentado lo cual me hizo creer que lo peor había terminado, aceleré el paso pero nuevamente la moto quedo enterrada en el barro y de nuevo mi mamá se tuvo que bajar de la moto, esta vez fue mas difícil sacar la moto y mi madre tuvo que ayudarme a empujar un poco y después de mucho esfuerzo pude subir la moto al pavimento del puente, pero fue mas mi tristeza al ver que el punte era de menos de 100 metros de pavimento y que nuevamente la carretera seguía totalmente destapada.

Hicimos una larga Pausa para contemplar aquella enorme caída de agua y la fuerza con la que golpeaba en las rocas, de pronto mi madre dice que le daría miedo que una avalancha se diera en este momento y nos arrastrara rio abajo por lo que volvimos a la moto y decidimos continuar con la esperanza de que pronto esta ruta terminara pero no fue así. Unos metros mas adelante la carretera se puso bastante empinada y la moto difícilmente subía, me alegré mucho de tener esta moto tan potente porque mi querida Martina no hubiera podido subir con los dos.

Pero desafortunadamente llegamos a un punto donde después de tomar una pronunciada curva la moto no fue capaz de subir mi madre se tuvo que bajar y ayudar a empujar de nuevo, estaba muy asustado porque un pequeño error y terminaba por un gran precipicio de varios metros de altura, le dije a mi mamá que siguiera caminando almenos hasta que diera con un terreno plano porque el piso era muy resbaloso y la moto era 20 kilos mas pesada que la anterior lo cual aun me costaba dominar.
llegue a un punto donde la moto se quedo totalmente atascada ni subía ni bajaba y por mas que mi mama empujaba no era capaz de que avanzara por lo que me tocó bajarme de ella y tratar de empujar pero aun así no se movía, tenia el precipicio a mi izquierda y si soltaba la moto era probable que terminara allí y si le dábamos mucho hacia atrás corríamos con el riesgo que el peso de la moto nos tirara al precipicio de la curva que recién habíamos cruzado. Decidí apagar la moto y pensar muy bien que hacer cuando de la nada escuchamos el motor de una moto que se acercaba.
Para mi sorpresa vi que la moto bajaba, era una moto mucho mas pequeña y liviana que la mía y el que la conducía se le veía que tenia mucha pericia en ese terreno, nos pasó por un lado y se detuvo mas adelante y al poco tiempo se devolvió preguntándonos si necesitábamos alguna ayuda, sin dudarlo le dije que si que me había quedado atorado, me dice que si podía conducir mi moto y con un poco de duda le respondí que si, se sube y prende la moto y me dice que le ayude a empujarla y después de darle un empujón con bastante facilidad lleva la moto aun pequeño plan que había mas adelante.
Gloria a Dios exclama mi madre ese fue un Ángel de la guarda que vino a ayudarnos; puede que si, pueda que no, lo que es importante fue que se apareció en el momento mas oportuno y nos ayudo a salir de este tramo tan complicado. De ahí en adelante fueron unos cuantos metros en subida pero no tan complicados y ya sin precipicio luego la carretera volvió a esta asentada y empezamos a ver algunas casas, algunos carros y motos en el camino. El GPS marcaba 2 kilómetros para llegar a nuestro destino.
Era un poco mas de medio día cuando llegamos finalmente al pueblo, entramos por los lados del cementerio y ahora era buscar un lugar para almorzar, pero pasamos por un costado del parque y sin querer terminamos en la vía que nos llevaría al mirador del cristo redentor donde contemplaríamos de una hermosa vista del pueblo y descansaríamos un poco y recorrer un poco este maravilloso pueblo.



Tomamos la vía hacia el parque principal y dejamos la moto en el parqueadero, pasamos cerca del Santuario de la madre Laura y finalmente llegamos al parque y buscando un lugar donde almorzar, nos sorprendió el agua por lo que entramos al primer restaurante que estaba cerca, tomamos el almuerzo y esperamos a que escampara, ya era muy tarde para seguir la ruta a los otros pueblos por lo que apenas terminamos de almorzar recorrimos un poco mas el pueblo y preguntamos por la vía que nos llevara a casa ya que no queríamos devolvernos por ese complicado camino, nos dijeron que ese el viejo camino que tomaban los arrieros que ya nadie pasaba por ahí, que la carretera por donde todos suben era 2 kilómetros mas adelante y que a pesar de ser sinuosa era totalmente pavimentada.





Aun el piso estaba húmedo porque que el descenso fue lento y algunas veces paramos a contemplar la belleza del paisaje, llegamos de nuevo a la carretera principal y efectivamente estábamos un poco cerca del desvío en el que nos perdimos; llegamos nuevamente a Puente Iglesias y tomamos la vía que nos llevaría a Fredonia y de ahí a casa poniéndole fin a esta aventura y una gran inaugurada de Soledad en ruta.
Al otro día vimos en las noticias que una avalancha devastó gran parte de Jericó.
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