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Destino: desierto de la Tatacoa parte 5.

Partimos casi a medio día en dirección al norte, la idea era avanzar tanto como se pudiera para estar cerca a casa. Cuando estábamos en el municipio del Espinal en el Tolima encontramos algo un poco inusual para nosotros, lo cual fue una razón de peso para hacer un alto en el camino.

nos encontramos cerca a una base militar y un par de helicópteros estacionados a la mitad de la carretera, inmediatamente paramos a tomarnos algunas fotos y apreciar tan hermosas maquinas, a pesar del calor que hacia disfrutamos en una sesión fotográfica con nuestras motos y estas grandiosas maquinas.

Como ya era hora del almuerzo cerca a los helicópteros disfrutamos de una tradicional lechona Tolimense. Después del almuerzo continuamos ruta tratando de llegar a Ibagué pero esta vez seguimos hacia Cajamarca para tomar el alto de la línea y así llegar a Armenia del Quindío.

La carretera e dirección a Cajamarca, había dejado de ser en doble calzada y plana, se convertía en una carretera sinuosa y empinada a un solo carril, a medida que seguíamos avanzando los kilómetros el nivel de dificultad era mayor.

Al llegar a Cajamarca, el calor ya había desaparecido por completo, allí el clima de montaña nos permitió descansar un poco e hidratarnos, algunos aprovecharon para repostar combustible mientras otras sacaron algunas fotos del lugar y comenzar con el ascenso al alto de la Linea.

El ascenso a la linea fue un poco complicado, los buses y camiones estaban represados y el avance era lento. Como podíamos rebasábamos los vehículos y tratábamos de ganar espacio para que el grupo se mantuviera unido, el frio comenzaba a ser parte del trayecto y la cima se veía aun lejos los tramos de la nueva vía tenían cerrados tramos de la vieja por lo cual el trafico se ponía mas lento, pero al final llegamos al alto de la línea a unos 3200 m.s.n.m la vista era espectacular el silencio y la tranquilidad del paisaje nos obligó a realizar de nuevo un alto en el camino, apreciar tan maravilloso paisaje tomar algunas fotos y prepararnos para un descenso igual de complicado hasta llegar a Calarcá en el Quindío.

En Calarcá hicimos un pequeño alto y decidimos que no entraríamos a Armenia si no que tomaríamos la autopista del café y llegar al Pereira en el departamento de Risaralda. En Pereira entramos al centro para conocer un poco comprar una carpa nueva e hidratarnos, descansar un poco y decidimos que pasaríamos la noche en Santa Rosa de Cabal.

En Santa Rosa de Cabal buscamos la vía que conduce hacia los termales y así acampar lo mas cerca de ellos y disfrutar un poco de aquellas aguas tan famosas han sido.Paramos a comer ya que no lo hacíamos desde que estábamos en el Espinal. Seguimos entonces hasta los termales por una carretera un poco deteriorada y al final en un tramo sin pavimentar llegamos al lugar de los termales, donde nos llevaríamos una gran decepción. El valor del ingreso se salia de nuestro presupuesto y el ingreso era solo hasta dentro de una hora y para acampar debíamos hacerlo fuera y pagar de nuevo si queríamos volver a ingresar al día siguiente.

Tan rápido como pudimos nos dimos a la tarea de buscar un lugar para pasar la noche; unos compañeros encontraron una zona de camping a un precio económico. Instalamos allí nuestras carpas y terminamos de conocer los alrededores no sin antes seguir bromeando por lo sucedido la noche anterior en Girardot; finalmente nos fuimos a descansar esperando llegar de nuevo a Medellín al día siguiente.


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En camino de convertirme en motero, aventurero soñador y un poco loco, algo friki, curioso por naturaleza, amante de la lluvia, el viento y la carretera.

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