
Destino: Anorí
Por mucho tiempo había recibido la invitación de un amigo a que fuéramos a conocer Anorí, una de las razones principales era por el tipo de ruta que es de mi gusto. Curvas cerradas con tramos sin pavimentar, un clima impredecible y buenos paisajes de montañas, sumando también que Anorí está en la región del Nordeste antioqueño a un poco mas de 4 horas de Medellín y que es de una región en la que poco he rodado.
Bastante apenado de siempre tener una excusa (no es que no quisiera ir ni nada solo que nunca coincidíamos en nuestros planes) me decidí en acompañarlo a pesar de tener una fuerte gripa y el malestar que este conlleva pero no quería seguir aplazando mas la ruta y animarme a conocer este nuevo Municipio.
Salimos un poco después de Mediodía en dirección al norte de la ciudad por la ruta 62 hasta la altura de Porce donde tomamos la vía en dirección a Amalfi, que nos llevaría a Anorí, la carretera era algo rápida y con buenas curvas pero el malestar no me permitía mantener un buen ritmo por lo cual mi amigo tenia que parar a esperarme muy seguido, ademas estaba estrenando llantas y aun estaba familiarizando con el cambio de estas.
En una parte del camino realizamos algunas paradas donde pudimos contemplar de la belleza del rio Porce, y conocer la trasformación del sector con la construcción de la represa. Llegamos luego a un sector conocido como los Mangos donde paramos a hidratarnos y descansar un poco porque se venia la parte difícil según me decía mi amigo.





Ya era un poco tarde y poco a poco la carretera se fue transformando a una vía destapada algo pantanosa un pequeño ascenso con algo de niebla por lo que ahora si estábamos empezando toda una aventura; ademas en algunos tramos se podía encontrar la carretera en trabajos de pavimentación por lo que se reducía la calzada o se ponía un poco difícil de transitar y al caer la noche todo se complicaba mas.


Finalmente llegamos al pueblo un poco exhaustos pero felices de haber superado ese reto, dejamos las motos en donde pasaríamos la noche y salimos a dar una pequeña vuelta, también por una pastilla para aliviar el malestar aunque ya me sentía un poco mejor.
A la mañana siguiente fuimos a dar una vuelta por el parque donde recorrimos un poco mas del municipio, conocimos su iglesia, el centro de salud, compramos un chocolates fabricados en la región y en las horas de la tarde salimos a un parador a las afueras de la ciudad donde disfrutamos de un delicioso chocolate y una rica arepa de chócolo y contemplar el hermoso paisaje en medio de tantas montañas, regresamos al pueblo y en la noche fuimos a una fiesta de cumpleaños donde también se paso un rato agradable.
A la mañana siguiente mi amigo me dijo que se iba a quedar un día mas y me pregunta si lo quería acompañar o si quería regresar a casa pero debía hacerlo solo. lo pensé un rato y decidí regresarme solo porque debía trabajar al día siguiente así que luego de un par de recomendaciones decidí emprender el retorno a casa.
Al principio sentí un poco de temor pero era una oportunidad de probarme y salí rumbo a casa, mi estado de salud volvió a ser el de siempre y me tomé todo el tiempo de disfrutar el hermoso paisaje que me había perdido en la ida porque nos alcanzó la noche, y cuando menos lo pensé estaba de nuevo en la ruta 62 en dirección a casa, feliz de haber sorteado la dificultad de la ruta y tener un feliz retorno a casa.
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