Club Discover Medellin,  de pueblo en pueblo,  Relatos

De vuelta por el norte

Siempre me han gustado las rutas en las que puedo hacer un circuito; es decir, tomo una ruta llego a un lugar y me regreso por otra ruta totalmente diferente por donde llegué. Ésto me permite conocer mas lugares en un solo viaje y que tanto la ida como el regreso se puedan disfrutar por igual.

Hace días quería hacer una ruta por el norte antioqueño pero no se había presentado la oportunidad de armar algo diferente a la tradicional ruta lechera. Un día en el chat del club uno de los integrantes del club dijo que quería conocer Yarumal que el que lo quisiera acompañar le llegáramos al peaje de Niquía para salir de rodada y conocer un poco.

Se acercaba también el día de las madres y que mejor manera de celebrar anticipadamente ese día que compartir una de mis pasiones con la mujer que me dio la vida, así que invite a mi madre a que me acompañara en esta ruta y paso que también pudiera conocer estos lugares tan hermosos que nos brinda el departamento.

partimos entonces por toda la vía que nos lleva hacia la troncal de la costa Atlántica (Ruta 25) saliendo por el norte de la ciudad pasando por los municipios de Copacabana y Girardota, de allí comenzamos el siempre complicado ascenso al alto de Matasanos para llegar así al alto del mismo nombre. Allí realizamos una pequeña parada con la esperanza de divisar algo pero la niebla fue tal que no pudimos ver nada.

Continuamos la ruta pasando por los municipios de Don Matías y Santa Rosa de Osos donde paramos por un pequeño desayuno en un parador muy concurrido por viajeros y allí terminamos de organizar la ruta. Decidimos que al llegar a Yarumal pasaríamos al municipio de Angostura y de allí continuaríamos por Carolina y Gómez Plata hasta llegar de nuevo a Barbosa y tomar de nuevo el camino a casa.

Con la ruta planeada pasamos por los fríos Llanos de Cuivá y finalmente llegamos a Yarumal casi a Medio día para buscar algo de almuerzo, paramos en el parque sacamos algunas fotos y tratamos de buscar un restaurante en el que había visitado en una anterior ocasión pero no recordé donde se encontraba por lo que decidimos entonces continuar así hasta Angostura y mejor buscar que comer.

La carretera de Yarumal a Angostura pareciera que le hace honor a este ultimo pueblo, una carretera bastante angosta llenas de muchas curvas y dentro de un paisaje altamente montañoso y con muchas vaquitas al rededor nos llevo a marcar un paso lento ademas de la lluvia que recién había caído en algunos tramos y que por poco parecía alcanzarnos pero que mas adelante se fue disipando.

a mitad de camino entre estos dos pueblitos nos encontramos un atractivo turístico poco conocido. «las cuevas del padre marianito» según dice la historia fue donde se llegó a refugiar durante la persecución al clero durante la guerra de los mil días. Allí paramos un rato a conocer este lugar convertido también en sitio de peregrinaje aprovechamos para comer algo de caña de azúcar la cual fue raro encontrar a un nivel del mar tan elevado pero tenia igual buen sabor.

Continuamos entonces hasta la cabecera municipal de Angostura, allí contemplamos la Iglesia donde descansan los restos del padre Marianito primer Beato de Colombia. Después de una rato allí buscamos almuerzo en un restaurante cercano pero no tenían almuerzo así que decidimos comer unas alitas de pollo en un lugar cercano al parque para luego continuar la ruta hacia el municipio de Carolina del Príncipe.

La vía entre Angostura y Carolina fue bastante complicada una carretera destapada y con grandes rocas marcaron todo el tramo una amenaza de lluvia que volvía a estar presente nos obligó a marcar una paso un poco rápido para poder llegar a la cabecera municipal de Carolina. Al llegar allí tomamos un breve descanso buscamos estatua del cantante Juanes el cual es oriundo de dicho pueblo. Allí tardamos poco tiempo ya que se hacia de noche y aun faltaba mucho para llegar a casa y nuestro próximo pueblo fue Gómez Plata.

Para llegar a este ultimo la carretera estaba sin pavimentar pero totalmente asentada sin piedras ni irregularidades por lo que nos rindió mucho. AL llegar al parque principal finalmente nos alcanzó el agua por lo que solo pudimos tomar algo y continuar ya nuestro camino a casa por una carretera totalmente pavimentada, eso si llena de muchas curvas y uno que otro pequeño derrumbe de tierra producto de las lluvias por que tuvimos que tomar mucha precaución de no caer y mas porque ya era de noche. llegando muy cerca a las partidas de Porce para tomar la ruta 62 que nos llevaría a casa uno de nuestros compañeros sufrió un pinchazo, afortunadamente encontramos donde desvarar lo a no mas de 500 metros de allí por lo que pudimos sortear esta dificultad con facilidad y agradeciendo que no fue en medio de la destapada o en un lugar igual de complicado. Tomamos entonces la carretera del Hatillo la cual nos llevo a casa luego de una buena rodada por parte del norte antioqueño.


Descubre más desde Relatos Sobre 2 Ruedas

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

En camino de convertirme en motero, aventurero soñador y un poco loco, algo friki, curioso por naturaleza, amante de la lluvia, el viento y la carretera.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.