Conociendo el Túnel de la Línea

El club pasaba por un buen momento y las ganas de una ruta larga estaban latentes, desde la ruta a la Tatacoa no se hacia una ruta de varios días y fuera del departamento salvo los encuentros nacionales. Por esos días, se anunciaba en todos lados la inauguración del túnel de la linea, el que seria el mas largo de América y que llevaba mas de 10 años en construcción, convirtiéndose así en la excusa ideal para visitarlo.

Rápidamente me puse en la tarea de organizar la ruta y la logística que conlleva una ruta de este tipo; la experiencia a través de los años me permitió tener en cuenta varios detalles como el hospedaje y apoyo motero con el que no se había llegado a contar en rutas anteriores como la de la misma Tatacoa donde todo se iba resolviendo o improvisando conforme se iban presentando las situaciones.

Ademas de conocer el túnel, también era una buena oportunidad para hacer un recorrido por el eje cafetero, el cual no visitaba desde el primer encuentro nacional, saludar a viejos amigos y compartir un rato con mi madre en lo que seria su primera ruta larga de varios días fuera del departamento y también la oportunidad de que conociera algunos de los mas bellos lugares que hay en este país.

Salimos entonces un sábado en la mañana en uno de los puntos habituales de reunión de club, al sur de la ciudad, donde muy madrugados se reunió el grupo y tras una pequeña charla sobre la ruta dimos inicio a esta nueva aventura. Nuestra primera parada fue en la pintada donde tomamos un café y compramos algo de comida para completar el desayuno que se había planeado a bordo de carretera.

Los pare y siga después de la pintada bajaron mucho el ritmo de la rodada y cuando estábamos cerca a las partidas de Supía en el departamento de Caldas paramos a desayunar donde improvisadamente preparamos unos ricos sanduches que sirvieron de desayuno, también nos pusimos en contacto con el Calvo Vanegas la persona que nos recibiría en la ciudad de Pereira y nos ayudaría con el tema del hospedaje del primer día.

Antes de llegar a la ciudad de Pereira, paramos en una especie de mirador que ya se había hecho costumbre de parar allí cuando visitaba o iba de paso por esta ciudad, allí me puse de nuevo en contacto con el Calvo y con mi amigo Juan Pablo que muy amablemente designo a dos personas de su grupo que nos recibiera en el centro de la ciudad y nos permitiera enrutarnos con el Calvo Vanegas y llevar a cabo nuestro itinerario.

Al llegar al local del calvo Vanegas en Pereira pudimos descargar nuestras maletas y organizarnos para almorzar en un restaurante cerca, dejar todo el equipaje que no era necesario y el que si lo era mandarlo en una camioneta para así viajar mas liviano y acto seguido dejar la trasnochadora y morena y salir rumbo a Marsella Risaralda, lugar donde pasariamos la noche.

Durante al camino a Marsella, pudimos contemplar a la ciudad de Pereira desde una vista nunca antes vista y también atravesar un hermoso paisaje cafetero digno de esta bella región del país. Al llegar a Marsella pudimos contemplar un bello pueblo del mejor estilo colonial muy similar a lo que es Jardín acá en Antioquia.

Dejamos las motos a un costado del parque principal y nos deleitamos con un delicioso café de la región y compramos algunos víveres para preparar la comida de esa noche y desayuno del día siguiente y tomamos camino rumbo a la Nona una hermosa casa finca medio de campos de Café donde pasariamos la noche.

Dejamos Marsella y continuamos rumbo a la Nona por una carretera destapada, pronto la noche nos alcanzo y el ritmo de la ruta se vio algo diezmado, luego de una 2 horas de ruta bastante difícil llegamos a la Nona donde algunos levantarían carpa y otros nos repartiríamos en la habitaciones, mas tarde organizamos la comida, cambiaríamos calcas y fotos con la Cruzada y con Felina moto viajera 2 mujeres moteras de la ciudad de Medellín que estaban de ruta también por el eje y que estaban también de paso por la Nona. Finalmente nos fuimos a descansar ya que mañana conoceríamos el gran túnel.