Caer es inevitable, levantarse es obligatorio
No hay una peor experiencia a bordo de tu motocicleta que cuando pierdes el control de la misma, sea por falta de pericia o exceso de confianza la experiencia es igual de desagradable, pero hay momentos que que esa experiencia puede llegar a ser a ser tenebrosa y te hace pensar siempre que puede pasar lo peor, afortunadamente al final todo se convierte en una simple anécdota como la que escribo el día de hoy.
hay momentos en los que pareces que estás en una mala racha, un golpe tras otro hacen que te cuestiones, pues tocar el pavimento 4 veces en menos de 6 meses de verdad te pone a reflexionar que es lo que estas haciendo mal o simplemente es solo una mera coincidencia, primero te caes en mojado al poner toda tu confianza en los frenos ABS que cuando regresas a una moto que no los tiene, recuerdas que la técnica va mas allá de la tecnológica, segundo pierdes el control de la llanta delantera sobre el aguado barro y nuevamente terminas en el suelo, todos hablan del temor que se siente perder tracción en la llanta trasera, cuando el verdadero terror es perderlo en la delantera, ahí siempre es caída fija.
Lo que mas duele es cuando a quien quieres mucho va de copiloto y no sabes que cara poner y decir que no es culpa tuya, igual mordiste el pavimento, la rabia y la frustración nuevamente se apoderan de ti una vez mas, tercero ganas bastante confianza al conducir sobre el pasto húmedo y en medio de la noche cuando nuevamente pierdes el control y cuando menos te lo esperas acabas en el suelo y otra vez es muy frustrante.
Pero lo mas tenebroso y frustrante es cuando un tercero interviene y causa un accidente, una maniobra en medio del afán causa que un vehículo te golpee y le manda a lejos solo para ser detenido por el separador que evita que seas atropellado en carril de contra-flujo. En ese momento no procesas nada, solo te ves dando vueltas en cámara lenta en el aire para luego sentir como tu cara raspa contra el pavimento; afortunadamente llevas casco y es éste el que salva tu rosto de ser desfigurado.
Atontado pero con rabia tratas de incorporarte pero tu cuerpo no responde, es allí cuando otro temor te invade, la adrenalina no deja saber que te duele, que te pasa solo sientes rabia e impotencia al no poder moverte, ves a la gente que dice que eso no fue nada grave y que te pongas de pie pero al no poder hacerlo la rabia y la frustración se ahondan en mi; como puedo saco el teléfono y llamo a mi familia, les cuento del accidente y les digo que ando asustado porque no conozco mi verdadero estado, a lo lejos se oye una ambulancia espero que no me atropelle pero luego recuerdo que esa ambulancia puede venir es socorrerme.
Dos paramedicas se presentan y evalúan mi situación, yo ya me encuentro mas consiente y respondo sus preguntas y cuando me piden que me ponga de pie les digo que mi cuerpo no responde, me giran un poco y siento como me duele la cadera y tengo el cuerpo entumecido, me dicen que no hay fracturas que ponga de pie pero no es posible, aun no entiendo como me levantan y como estoy de pie pero mis piernas no responden, ellas quieren romper mi pantalón para examinar pero prefiero quitármelo, lo desabrocho y dejo que caiga por gravedad, en eso llega mi padre y mi hermano y me terminar de quitar el pantalón, no hay fracturas, solo algunos raspones, me ponen en la ambulancia pero no puedo quedarme boca arriba el dolor es mucho por lo que me dejan de lado y así llego al hospital.
no soy capaz de bajarme de la ambulancia y no se como pero me sientan en silla de ruedas, allí atiendo los agentes de movilidad y doy mi versión de los hechos, me hacen prueba de alcoholemia y me hacen firmar unos documentos. me hacen pasar donde el medico al que le cuento lo sucedido, me examina y nuevamente descarta fracturas pero si una gran contusión en mi cadera, ahora tengo un gran hematoma ahí, me da unos medicamentos para el dolor y me hace el curetaje.
Exijo una radiografiá pues me preocupa no poderme poner de pie y mis piernas no responden aun, por lo que después de tanta insistencia obtengo los rayos X para que luego mas tarde me digan que todo esta bien y es hora de irme a casa. Pasan 2, 3 horas y nadie me dice algo, sigo en un rincón en silla de ruedas sin poder moverme, quiero ir al baño pero no hay un enfermero que me ayude con ello, ruedo entonces hasta el baño que un señor me indica donde esta y pegándome de otras 2 personas me pongo de pie, en eso llega mi madre y me termina de llevar hasta la puerta del baño ayudándome a dar pequeños pasos como cuando estaba aprendiendo a caminar.
Por fin puedo entrar al baño y me apoyo de las barandas y finalmente consigo orinar, con mucha dificultad logro salir y me entero que me han dado el alta medica pero me preocupa que aun no puedo caminar, a duras penas arrastro unos cuantos centímetros un pie para luego repetir lo mismo con el otro, la verdad es bastante frustrante y me siento inútil, mas cuando me debo sentar en la silla para poder salir del hospital.
Afuera mi padre me espera con todas mis cosas me dice que mi hermano se ha llevado la moto a casa, ha llegado tarde a su trabajo y lo peor con una infracción de transito por ir de copiloto en una zona donde es prohibido, de nuevo la frustración y el sentimiento de culpa me invade, ahora solo quiero llegar a casa y ver como puedo hacer para caminar nuevamente.
En casa me dejo caer en mi cama y aun me siento paralizado, pero ya si siento mejor mis pies, la espalda me duele mucho y me lamento no pedir Rx de mi columna, me dan mis medicamentos y descanso un poco, mas tarde llega mi hermana con una maquina masajeadora que le han prestado en la clínica donde trabaja y con un pequeño masaje empiezo de nuevo a sentir mis piernas. El proceso se repite por todo el fin de semana y milagrosamente voy recuperando la movilidad normal de mi cuerpo, el temor de no volver a caminar poco a poco se va esfumando y una semana después estoy totalmente recuperado, lastima que no pueda decir lo mismo de mi moto de la que tarde mas de un año en repararla en su totalidad aunque igual pude seguir rodando con ella.
de ésta experiencia aprendí mucho y descubrí cuanto me ama mi familia y todo lo maravilloso que hacen por mi, que a pesar de las dificultades siempre me debo poner de pie y seguir adelante, no importa si es mi culpa o no; siempre que caigo tanto en la vida como en la moto me debo volver a levantar, a seguir luchando en esta vida y esforzándome cada día mas, entendí que no puedo controlar muchas cosas que me pasan, algunas son externas y otras van en mis decisiones pero que igual no soy 100 responsable de lo que me pasa, que los miedos y los temores siempre van a estar ahí y no puedo dejar que ellos me absorban y me debiliten y lo mas importante, que siempre debo estar agradecido con la vida y las personas que rodean.
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