
Destino: desierto de la Tatacoa parte 4.
Era ya de mañana, el calor era insoportable, a altas horas de la madrugada un grupo de viajeros con su música a alto volumen nos despertaron, así que fue poco lo que dormimos pero fue lo suficiente para descansar. a eso de las 7 de la mañana preparamos algo de comer nos bañamos y desarmamos las carpas, estuvimos de acuerdo que no queríamos pasar de nuevo otra noche en desierto y que aprovecharamos los días siguiente para seguir recorriendo tantos lugares como nos fuera posible.

partimos en nuestras motos y recorrimos gran parte del desierto, obviamente no nos íbamos a ir de allí sin recorrer y disfrutar de tan hermoso paisaje, a pesar del calor recorrimos buena parte con nuestras chaquetas de protección encima.
Estábamos ya muertos del calor y sin saber para dónde continuar; cuando a lo lejos vimos lo que parecía poco probable encontrar en un desierto. Una piscina. Inmediatamente parqueamos nuestras motos y preguntamos por su ingreso, nos cambiamos de ropa y directo al agua.
Para sorpresa de todos el agua estaba caliente pero era refrescante, era de no creer una piscina en el desierto y más con agua caliente, nos preguntamos cómo hacían para que el agua llegara hasta allí cuando vimos que por medio de una manguera caía agua a la piscina y además esta era aún más caliente que la de la propia piscina; era mucha la gente que se turnaba incluso para disfrutar de esta manguera que manera de chorro vertía el agua. Definitivamente encontramos sin querer una atracción más a este paseo y para complementar este refrescante momento compartimos unas cervezas bien frías.
En la piscina, discutimos también como íbamos a pasar el resto del día, estaba claro que no iba a ser en el desierto pero el rumbo era incierto. Un grupo de moteros de nuestra ciudad que encontramos allí nos invitaron a rodar con ellos hasta San Agustín, al sur del departamento del Huila, pero su cronograma de viaje era más flexible que el nuestro y la idea era llegar antes del fin de semana a nuestras casa, por lo que esta opción quedó descartada.
Mi propuesta era llegar ese mismo viernes hasta la ciudad de Cartago en el Valle del Cauca, dormir allí y acampar lo más cerca de manizales el sábado para estar el domingo en casa y poder descansar algo para trabajar nuevamente el dia Lunes.
Salimos de la piscina un poco después del mediodía y salimos rumbo Neiva, al llegar allí disfrutamos del almuerzo y seguimos esbozando una ruta y como terminar de pasar el dia. salimos en dirección a Armenia y tomar luego la vía hacia Cartago. Antes de llegar al municipio del Espinal en el Tolima, nos dimos cuenta que estaba algo tarde y lo mejor era acampar a bordo de carretera pero cuando preguntamos por zonas de camping nos dijeron que lo mejor era abandonar el pueblo por razones de orden público y era mejor seguir el camino.
Ibagué aún estaba lejos y el pueblo más cerca era Flandes así que nos desviamos un poco de la ruta original pero al llegar allí no encontramos motivo para quedarnos y continuamos al siguiente pueblo que resultó ser Girardot en el departamento de Cundinamarca. Nos habíamos desviado al lado opuesto de la ruta original, cartago estaba al occidente y Girardot al oriente del país, por lo que el plan de Cartago quedó descartado.
En Girardot encontramos un ambiente totalmente distinto, el clima era muy similar a lo que es Santa fé de Antioquia y la cantidad de turistas era mayor de los que vimos en el desierto de la Tatacoa; encontrar hospedaje fue difícil pero al final encontramos un pequeño hostal donde pudimos dejar las motos, cargar nuestros teléfonos, comunicarnos con nuestra familia ya que al llegar al desierto teníamos los telefonos prácticamente descargados, nos dimos un duchazo y fuimos a conocer el pueblo, allí disfrutamos de los eventos culturales y bromeamos un poco y tratamos de descansar de lo que fue el dia en el desierto y el viaje tan largo que llevábamos hasta ahora. El plan era llegar lo más cerca a Medellín pasando la noche en Manizales o Pereira para estar temprano el domingo en casa y retornar labores el dia lunes; nos fuimos a descansar para tener alientos de una nueva ruta y un nuevo destino por conocer.
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